viernes, 27 de abril de 2012

La ducha


No entiendo qué tiene el agua  que nos hace pensar claramente. La ducha es ese lugar donde tienes las lluvias de ideas más importantes de tu vida. Ahí mismo, cuando estás todo mojado y no puedes tomar papel y lápiz.

El asunto es que cuando entras a bañarte, todo lo que has querido pensar o decir llega a ti, sin pedirlo siquiera, para ser olvidado cuando terminas. Cualquier pensamiento que hayas tenido se escapa por el drenaje, como si el agua te haya hecho un préstamo y lo hayas tenido que pagar en seguida, al cerrar la llave.

Comienzo a pensar que cuando terminas, otra persona por su lado abre la suya, y la habilidad de pensar, meditar y comprender todo con claridad se le es concedida al otro y para ti desvanece.

Así que cualquier respuesta que te brinde un buen baño, por más grande que sea (como la cura del sida o el significado de la vida), despídela tranquilo, porque no volverá.

En cuanto a la tina, parece ser un poco más condescendiente. Si no me creen, pregúntenle a Arquímedes.


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